¿Qué es el
pensamiento Lógico?
El Pensamiento
Lógico explica los fenómenos de la vida cotidiana; el pensar lógicamente ayuda
al hombre a interrogarse por el funcionamiento de todo lo que le rodea, se
adquiere a partir de la pubertad, utiliza toda la
capacidad de abstracción del individuo, y es indispensable para el avance de la ciencia. El objeto de estos
razonamientos es la demostración, a la que llega
por deducción.
En este sentido, el pensamiento lógico sirve para analizar, argumentar, razonar, justificar o probar razonamientos, lo que representa su factor dominante y su principal fortaleza. Se caracteriza por ser preciso y exacto, basándose en datos probables o en hechos. El pensamiento lógico es analítico y racional, sigue reglas y es secuencial, cuyo proceso característico es el razonamiento. El pensamiento lógico es una forma ordenada de expresar nuestras ideas que puede llevarnos al convencimiento de que tenemos razón. Cuando se usan expresiones como “parece lógico” o “no es lógico”, o “carece de toda lógica”, nuestro deseo es comunicar a otras personas que, en nuestra opinión, lo que ha ocurrido se corresponde (o no) con nuestras expectativas sobre lo que se podía esperar: lo ocurrido sigue (o no sigue) un orden. Pensar lógicamente es, ante todo, obtener nuevas ideas, a partir de ideas existentes
En este sentido, el pensamiento lógico sirve para analizar, argumentar, razonar, justificar o probar razonamientos, lo que representa su factor dominante y su principal fortaleza. Se caracteriza por ser preciso y exacto, basándose en datos probables o en hechos. El pensamiento lógico es analítico y racional, sigue reglas y es secuencial, cuyo proceso característico es el razonamiento. El pensamiento lógico es una forma ordenada de expresar nuestras ideas que puede llevarnos al convencimiento de que tenemos razón. Cuando se usan expresiones como “parece lógico” o “no es lógico”, o “carece de toda lógica”, nuestro deseo es comunicar a otras personas que, en nuestra opinión, lo que ha ocurrido se corresponde (o no) con nuestras expectativas sobre lo que se podía esperar: lo ocurrido sigue (o no sigue) un orden. Pensar lógicamente es, ante todo, obtener nuevas ideas, a partir de ideas existentes
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